Amaia Pascual 26/05/2014
Los temporales que han azotado este invierno la costa del Cantábrico han provocado cambios en el fondo del mar que pueden estar directamente relacionados con el descenso de vida marina
Desde que comenzó el 2014 AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) ha activado en 6 ocasiones la alerta roja, riesgo extremo, en el norte de la península ante la llegada de una borrasca. Los continuos temporales marinos y abundantes lluvias han cambiado el panorama de playas, puertos y zonas limítrofes al mar. El Consorcio de Compensación de Seguros ha estimado que los desperfectos tendrán un coste de entre 18 y 20 millones de euros en el litoral norte. De todos estos daños se ha hablado mucho en los diferentes medios. Pero poco se ha informado de la repercusión de las tormentas bajo el mar.
La sucesión de borrascas y ciclogénesis explosivas, que han azotado el norte peninsular este…
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